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Antiguo Escarificador de Metal Para Uso Médico o Veterinario en Estuche Original. Siglo XIX

Escarificador de pequeño tamaño, probablemente para uso médico o veterinario. En estuche original.

Vendido

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Esta curiosa herramienta de metal es un artículo muy antiguo, que data del siglo XIX y ha llegado a nosotros bien conservado, en su estuche original. Se trata de un escarificador, un útil destinado a practicar sangrías (flebotomías) y que estaba diseñado para uso médico o veterinario. Su pequeño tamaño y su práctico estuche nos hacen pensar que se trata de un instrumento portátil, diseñado para acompañar a su usuario en los desplazamientos. El escarificador se encuentra en buen estado, mostrando solo lógicos signos del paso del tiempo y del uso que lo convierten en un artículo muy especial. La historia nos cuenta que los escarificadores se utilizan desde hace milenios; de hecho, fue Hipócrates quien empezó a utilizar estos instrumentos para practicar sangrías, cerca del año 500 a.C. Aunque esta práctica se realizó en humanos y animales hasta el siglo XX, la ciencia moderna ha demostrado su ineficacia y también su peligrosidad. Hoy día las sangrías no forman parte de la práctica médica occidental, aunque en Oriente aún se realizan. El útil que vemos en estas imágenes formó parte muy probablemente del instrumental de un médico o veterinario de hace más de cien años, cuando este tipo de herramientas eran habituales en los maletines. El escarificador es de tamaño muy pequeño y lleva conectada a uno de sus laterales una especie de lanceta, unida al cuerpo de metal mediante una bisagra. En su parte superior vemos la cuchilla y la palanca, que el veterinario tenía que accionar para lacerar la piel del animal y crear así la herida que facilitaría el sangrado. El artículo se guarda en su estuche original, de forma rectangular y similar a un libro. En su interior lleva un compartimento con la forma del escarificador, donde este queda encajado. El exterior está forrado de piel escamosa de color granate, que forma un bolsillo en la cara interior de la tapa. Por su rareza y su originalidad, este curioso útil para la práctica veterinaria será todo un hallazgo para un coleccionista de antigüedades especiales. Medidas: Ancho: 2 cm. Alto: 5 cm.

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