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Fantástica Máquina de Calcular Brunsviga, principios siglo XX. Impecable estética y mecánicamente.

Máquina de Calcular Brunsviga, principios siglo XX.

Vendido

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Fantástica Máquina de Calcular Brunsviga, principios siglo XX. En Perfecto Estado Estético y Funcional. La carcasa en metal negro brillante se encuentra en un estado prácticamente impecable. Se asienta sobre una base de madera rectangular que encaja perfectamente con la tapa negra y protege la pieza, además de facilitar su transporte. El cofre adjunta llave original y un asa en su parte delantera para poder transportar esta increíble pieza. La máquina ha sido revisada y se encuentra en perfecto estado de funcionamiento, por lo que podrá usarla desde el primer día si se desea. Los números en esmalte blanco y rojo están distribuidos de manera ordenada en la parte frontal de la pieza, y se ven de manera clara. Mecanismo de manivela o molinete con manivela en perfecto estado situado en la parte derecha del aparato, lacada en color negro. En la parte superior llevaba lacada la marca BRUNSVIGA en color blanco, con algunas muestras de desgaste que atestiguan que se trata de una máquina completamente original. Así mismo en la parte derecha se observa un logo de la marca de primeros años, y el número 3571. Está revisada y en perfecto estado de funcionamiento. Este tipo de máquinas son objetos para amantes de las ciencias. Tienen su origen en el siglo XVII, cuando se construyeron las primeras máquinas de sumar, caracterizadas por utilizar un funcionamiento a base de engranajes, que surgen para aliviar la actividad laboral de aquellas personas dedicadas a trabajos de contabilidad. Este tipo de máquinas ya eran muy admiradas en su época, basadas en un sistema ideado por Willigodt Odhner, la variante de la desarrollada por Leibniz en el siglo XVIII. El ingeniero alemán Franz Trinks era el director técnico de la factoría Grimme, Natalis & Co de Brunswick (Alemania). En 1892 obtuvo la concesión de la patente de las conocidas máquinas Odhner para su comercialización en Alemania, Bélgica y Suiza, fabricadas bajo la marca Brunsviga. En poco tiempo vendería más de 500 ejemplares, gracias sobre todo a su fiabilidad y su bajo precio. Se llegaron a fabricar más de 500.000 máquinas en varios modelos. Sin duda la marca Brunsviga se convirtió en líder en cuanto a venta de máquinas de calcular en Alemania, sin llegar a detener su fabricación ni siquiera durante las dos guerras mundiales. En la postguerra se aplicarán a estos aparatos por primera vez el diseño industrial, desarrollando modelos tecnológicamente muy avanzados a elevados precios. En 1957 la fábrica de máquinas de calcular Olympia compró el 35% de las acciones de la casa Brunsviga, consiguiendo finalmente la totalidad de éstas en 1958. Se fabricarían máquinas de la marca Brunsviga hasta el año 1964, cuando la entrada en el mercado de las máquinas electrónicas acabó definitivamente con esta próspera fábrica. Máquina muy bella, genuina y ¡perfecta para usar desde el primer día!

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