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Antiguo colgante relicario de oro de 18K y cruz de perlas. Circa 1900

Colgante relicario antiguo en oro de 18K con cruz central decorada con perlas de río. Obra devocional refinada y con gran valor artístico. Circa 1900.

1 450,00 €impuestos inc.

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Antiguo colgante relicario en oro de 18K y cruz de perlas. Circa 1900

Este bellísimo colgante relicario, elaborado alrededor del año 1900, es una pieza de alta orfebrería religiosa que conjuga espiritualidad, elegancia y maestría técnica en una sola joya. Realizado en oro macizo de 18 quilates, destaca por su forma ovalada perfectamente proporcionada y su textura guilloché finamente trabajada, decorada con un sutil patrón de puntos diagonales que se repite en ambas caras. En su anverso, una delicada cruz latina embellecida con perlas de río naturales aporta una dimensión simbólica y estética inigualable. Las perlas están dispuestas en engastes esféricos, rematadas por rosetones de oro que enmarcan cada punto de la cruz, otorgándole volumen y brillo sin estridencias. La composición es equilibrada y profundamente armónica.

Este relicario se enmarca dentro de la tradición de los relicarios devocionales, surgidos en la Edad Media cuando la veneración de reliquias de santos adquirió gran importancia en la práctica cristiana. Estos pequeños contenedores, generalmente elaborados en metales nobles como el oro o la plata, estaban destinados a conservar fragmentos sagrados, tales como huesos, vestiduras o cabellos de santos, así como recuerdos de seres queridos. Durante los siglos XVIII y XIX, el uso de relicarios se extendió también entre los laicos, quienes deseaban llevar consigo signos tangibles de fe y afecto. Los modelos en forma de colgante, como este, permitían portar las reliquias junto al corazón, reforzando el vínculo espiritual. La presencia de perlas en su decoración responde tanto a una intención estética como simbólica, ya que las perlas representan la pureza, la fe y el consuelo espiritual. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, coincidiendo con el auge del simbolismo y la joyería sentimental, los relicarios devocionales alcanzaron una sofisticación técnica y artística notable, incorporando elementos como esmaltes, piedras semipreciosas y grabados minuciosos, como puede apreciarse en esta obra.

El interior del relicario, al que se accede mediante una bisagra firme y funcional, revela dos compartimentos lisos y dorados que se conservan en excelente estado. Uno de ellos mantiene el cristal interior original en perfecto estado de conservación. Pensado para guardar reliquias, fotografías de seres queridos o pequeños recuerdos de devoción, este relicario mantiene su funcionalidad intacta y resulta altamente coleccionable.

El estado general de conservación es muy bueno, con apenas algunas marcas superficiales propias del uso y el paso del tiempo, que no afectan ni su estética ni su estructura. Al contrario, estas señales de la historia vivida aportan autenticidad a una pieza que ha atravesado más de un siglo conservando intacta su belleza. El colgante incluye su anilla original de suspensión, también en oro, listo para incorporarlo a una cadena o una cinta de terciopelo, según el gusto del coleccionista.

Una joya única, digna de una colección devocional, ideal como regalo significativo o como inversión de valor creciente, capaz de condensar siglos de tradición, espiritualidad y artesanía en un solo objeto de profundo valor cultural e histórico.

Medidas: 3,42 × 2,58 cm (1,35 × 1 in)

Peso: 11 g

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