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Reloj de Pulsera Caballero Girard-Perregaux 7000 GMB. Acero y Oro. Suiza, 1995
Poderoso reloj de pulsera Girad-Perregaux 7000 GMB para caballero. Soberbio diseño en acero y oro. Funcionando perfectamente.
Reloj de Pulsera Caballero Girard-Perregaux 7000 GMB. Acero y Oro. Suiza, 1995
Presentamos un reloj que resume con elegancia el saber hacer de la alta relojería suiza en los años 90: un Girard-Perregaux 7000 GBM, fabricado en el año 1995, en plena etapa de consolidación del diseño deportivo y funcional en la relojería de lujo. Este cronógrafo automático combina materiales nobles, excelente ingeniería y un diseño atemporal que lo convierte en una pieza muy valorada tanto por coleccionistas como por aficionados a la precisión mecánica.
La caja está construida en acero inoxidable con detalles en oro amarillo, un acabado bicolor que realza su carácter sofisticado y versátil. El bisel taquimétrico dorado grabado con la escala “BASE 1000” corona la caja con elegancia técnica. Su esfera dorada estilo champagne, con tres subesferas (totalizadores del cronógrafo) y una discreta ventana de fecha situada a las tres, ofrece una disposición clásica y equilibrada. Las agujas bastón y los índices aplicados dorados complementan perfectamente el conjunto.
El brazalete integrado, también bicolor, sigue la línea de diseño general, combinando eslabones centrales en oro con laterales en acero, todo firmado por la marca. Este diseño sobrio pero impactante refleja la estética de los relojes de lujo de los 90, en los que la funcionalidad no se sacrificaba por la belleza, sino que ambas se integraban con equilibrio.
En su interior, este modelo alberga un calibre GP 800-914, basado en el fiable ETA 7750 pero modificado por Girard-Perregaux, con 39 rubíes y rotor firmado. Este movimiento automático con función cronógrafo es una garantía de precisión, resistencia y facilidad de mantenimiento. Su inscripción interna “THIRTY-NINE 39 JEWELS UNADJUSTED SWISS” deja clara la alta calidad mecánica.
La tapa trasera, atornillada y fabricada en acero, lleva grabado el modelo, el número de serie B-1379, la inscripción “WATER-RESISTANT” y la marca “ACIER ET OR”, confirmando la autenticidad del reloj. En el interior, encontramos también el logotipo grabado de la marca y el distintivo “KB”, correspondiente al fabricante de la caja.
Un reloj como este Girard-Perregaux 7000 GBM del año 1995 no es solo un testimonio de una época, sino también una opción excelente para quien busca un cronógrafo automático de calidad con un diseño clásico que nunca pasará de moda. Esta pieza quedaría perfecta tanto para lucir en el día a día como para exponer en una colección selecta.
Una inversión sólida en diseño, técnica y elegancia suiza que no se debe dejar escapar.
Medidas: 38 mm de diámetro aprox. (1.49 in aprox.).
Historia de Girard-Perregaux
Girard-Perregaux, fundada en 1791 en Suiza, es una de las casas relojeras más antiguas y prestigiosas del mundo. Conocida por su innovación técnica, precisión mecánica y excelencia en acabados, la firma se consolidó como manufactura completa a lo largo del siglo XIX gracias a Constant Girard y Marie Perregaux. Su creación más icónica, el Tourbillon con tres puentes de oro, se presentó en 1889 y aún hoy es símbolo de la marca.
En las décadas siguientes, Girard-Perregaux mantuvo una destacada reputación por desarrollar calibres propios, incluso introduciendo en 1966 el primer reloj de pulsera con frecuencia de 36.000 alternancias por hora. Ya en los años 90, la firma apostó por modelos robustos, funcionales y de estética deportiva pero refinada, como este 7000 GBM, símbolo de una etapa en la que la tecnología mecánica se abría paso frente al dominio del cuarzo.
A día de hoy, Girard-Perregaux continúa produciendo relojes de alta gama, siempre con una fuerte identidad de marca, artesanía de calidad suiza y un espíritu independiente. Cada pieza refleja siglos de tradición y una mirada constante hacia la innovación.
