Raro Reloj de Bolsillo Patek Philippe Art Déco. Oro Blanco de 18K. Suiza, años 30

Reloj de Bolsillo Patek Philippe Art Déco. Oro Blanco de 18K. Suiza, años 30

Excepcional reloj de bolsillo Patek Philippe de los años 30, una verdadera joya del diseño art déco fabricada en Suiza, en oro blanco macizo de 18 quilates (18K). Este modelo, de gran rareza, ha sido conservado con un cuidado extraordinario y se presenta en magnífico estado tanto estético como mecánico. Su estética, rigurosamente geométrica y depurada, responde a los principios fundamentales del art déco: sobriedad, equilibrio y líneas rectas. Basta observar su esfera plateada para advertir la elegancia de sus índices aplicados en números árabes, cuya disposición sigue una inclinación perfectamente alineada con la curvatura de la caja, generando una armonía visual irresistible.

La corona de cuerda, sólida y funcional, se integra con discreción en el diseño general, mientras que la tapa posterior lisa, sin grabados, refuerza la sobriedad y pureza formal de la pieza. En el interior de la tapa aparecen los sellos de autenticidad: el nombre del fabricante, la indicación del oro de 18K y el número de serie 416323, además de una curiosa inscripción grabada con la fecha 25-1-1934, junto a lo que parece ser una referencia a 1919. Muy posiblemente conmemora un 25º aniversario, lo que añade un matiz conmemorativo e incluso simbólico a este magnífico ejemplar.

La maquinaria, completamente original, está firmada por la prestigiosa casa Patek Philippe & Cie Genève y numerada con el nº 822000. En ella destacan claramente los engranajes de diente de lobo, característicos de la manufactura ginebrina y señal de su incomparable calidad técnica. El movimiento está en excelente estado de funcionamiento, lo que convierte a esta pieza no solo en un objeto de colección, sino también en un reloj completamente funcional.

Se acompaña de una fina cadena original de época, con eslabones art déco de diseño entrelazado, también en oro blanco de 18K, aunque sin contrastes visibles. Su diseño acompaña con discreta elegancia al reloj, sin robarle protagonismo pero reforzando su carácter exclusivo.

Es difícil encontrar ejemplares de esta manufactura y época en estado tan completo y elegante. Una inversión segura que conjuga historia, estética y fiabilidad suiza. Este reloj es ideal para enriquecer una colección de alta relojería, regalar a alguien especial o como inversión patrimonial sólida.

Una pieza con alma y carácter. No dejes pasar la oportunidad de adquirir un reloj con esta singularidad.

Medidas: 4,4 cm (1.73 in). Peso: 61 g.

Historia de Patek Philippe

Fundada en Ginebra en 1839 por Antoni Patek y Adrien Philippe, la firma Patek Philippe es sinónimo de excelencia relojera. Desde sus orígenes, la manufactura se distinguió por su maestría en la creación de movimientos complicados, mecanismos innovadores y una calidad de acabados que raya en la perfección. Fue precisamente Adrien Philippe quien desarrolló el sistema de cuerda sin llave, una innovación revolucionaria en su época. Durante más de 180 años, la casa ha mantenido su producción en Suiza, fabricando cada componente internamente, lo que le otorga una independencia absoluta en el diseño y control de calidad.

Patek Philippe ha sido proveedor de relojes a la realeza europea, incluidos miembros de la Casa Imperial Rusa y la Reina Victoria del Reino Unido. Entre sus clientes célebres también figuran Albert Einstein, Pablo Picasso y John F. Kennedy. La firma se ha mantenido como una de las más deseadas en el mundo del coleccionismo de alta gama, destacándose por sus modelos complicados, como los calendarios perpetuos, los repetidores de minutos y, por supuesto, los cronógrafos.

El estilo art déco, en el cual se inscribe la pieza aquí presentada, fue adoptado por la marca en las décadas de 1920 y 1930, logrando combinar su excelencia técnica con una estética sobria, moderna y geométrica. Hoy en día, los relojes de bolsillo Patek Philippe de esa época son considerados obras maestras del diseño y representan una de las inversiones más sólidas del mercado de relojería antigua. Su valor histórico, artístico y técnico continúa creciendo año tras año, lo que hace de cada ejemplar una pieza única e irrepetible.