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Antiguo Relicario de Plata. José Vilaplana. Valencia, España. Circa 1920

Antiguo relicario en plata repujada, Valencia c. 1920. Firmado por J. Vilaplana. Ideal para reliquia de la Santa Cruz o devoción personal. Pieza única.

1 900,00 €impuestos inc.

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Antiguo Relicario de Plata. José Vilaplana. Valencia, España. C. 1920

Este magnífico relicario, realizado en Valencia hacia 1920 por el prestigioso orfebre José Vilaplana, es una pieza de devoción profundamente elaborada que destaca por su imponente altura, ornamentación exuberante y calidad en la ejecución. Hecho enteramente en plata, el objeto presenta un fino trabajo de repujado y cincelado en cada una de sus secciones, confirmando la maestría del taller valenciano de Vilaplana, cuyos contrastes están claramente visibles en la parte trasera de la pieza.

José Vilaplana fue un destacado platero y orfebre valenciano activo a finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. Su taller, situado en Valencia, se especializó en la producción de objetos litúrgicos en plata repujada, destacando tanto por la calidad técnica como por la ornamentación profusa de inspiración vegetal y religiosa. Las marcas de punzón "J. Vilaplana" se encuentran en numerosas piezas sacras, entre ellas cálices, custodias, relicarios y navetas, muchos de los cuales se conservan actualmente en parroquias de la Comunidad Valenciana y colecciones particulares de arte sacro. Su estética combina el estilo neogótico con influencias modernistas, visibles en las formas curvas, los motivos florales y el uso de gemas de vidrio de colores, como puede apreciarse en este relicario.

El diseño general de la pieza sigue una forma en cruz floral, rematada en lo alto por una cruz latina ornamentada que aporta verticalidad y sentido simbólico. El centro de la parte superior está destinado a alojar una reliquia, tradicionalmente de la Santa Cruz, aunque también resulta perfectamente adecuado para conservar otro tipo de reliquias de santos o beatos. El viril conserva el cristal frontal, mientras que el reverso mantiene la cavidad original, actualmente vacía, lo que lo convierte en una excelente oportunidad tanto para coleccionistas como para instituciones eclesiásticas que deseen reintroducirlo en el uso litúrgico.

La decoración floral, minuciosamente trabajada, cubre toda la estructura superior con racimos de flores y hojas simétricamente distribuidas entre volutas y medallones. En la base, de forma lobulada y elevada sobre cuatro patas curvas y ornamentadas, se observan elementos de filigrana vegetal con inserciones de cristales verdes, los cuales aportan un delicado contraste de color sobre la superficie argentada. Este tipo de combinación entre plata y vidrio de color era muy apreciada en los trabajos litúrgicos de principios del siglo XX, época en la que el auge del arte religioso español favoreció la demanda de piezas rituales bien elaboradas, especialmente en centros como Valencia, Sevilla y Toledo.

La pieza no presenta defectos estructurales visibles y se mantiene en excelente estado de conservación. Los detalles permanecen nítidos, sin pérdidas en el repujado ni señales de corrosión. El interior muestra pátinas naturales del tiempo que autentican su antigüedad sin afectar su presentación. Su peso, de 722 gramos, proporciona una estabilidad ideal para su exposición en altar o vitrina.

A lo largo de los años, las obras firmadas por José Vilaplana han ganado prestigio en el mercado internacional de antigüedades religiosas debido a la calidad del trabajo en plata y su autenticidad como reflejo del arte sacro español del primer tercio del siglo XX. Este relicario, por su estética, proporciones y nivel de detalle, resulta una incorporación excepcional tanto para una parroquia como para colecciones de arte sacro, museos religiosos o espacios devocionales privados. Perfecto para reintroducirlo en la Iglesia o para su uso en una parroquia.

Medidas: 48 × 18,3 × 14 cm (18,9 × 7,2 × 5,5 in). Peso: 722 grs.

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